Es una manera de agarrar las cosas. Por ejemplo, cuando yo estaba aprendiendo sobre la yerba del diablo, era demasiado ansioso. Me agarraba a las cosas de la misma manera que los niños agarran dulces. La yerba del diablo es sólo un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino es sólo un camino. Si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición.
Para tener esa claridad debes llevar una vida disciplinada. Sólo entonces sabrás que un camino es nada más un camino, y no hay afrenta, ni para tí, ni para otros, en dejarlo si eso es lo que tu corazón te dice. Pero tu decisión de seguir en el camino o dejarlo debe estar libre de miedo y de ambición. Te prevengo. Mira cada camino de cerca y con intención. Pruebalo tantas veces como consideres necesario. Luego hazte a tí mismo, una pregunta. Te diré cual es: "¿tiene corazón este camino?"
Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte. Son caminos que van por el matorral. Puedo decir que en mi propia vida he recorrido caminos largos, pero no estoy en ninguna parte. Ahora tiene sentido la pregunta ¿tiene corazón este camino? Si tiene, el camino es bueno, si no, de nada sirve. Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje, mientras lo sigas, eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte, el otro te debilita.
Don Juan. Las enseñanzas de Don Juan. Carlos Castaneda
3 comentarios:
buen pàrrafo.
Me gusta Castaneda.
Un abrazo.
buen pàrrafo.
Me gusta Castaneda.
Un abrazo.
Dan ganas de seguir....
Muy bueno.
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